Alemania sigue con su giro por culpa de Putin y rescata otro tema tabú: Scholz no descarta prolongar el uso de las centrales nucleares

La 'Superluna de mayo' ilumina las torres de refrigeración de la central nuclear de Philippsburg (Alemania).
La 'Superluna de mayo' ilumina las torres de refrigeración de la central nuclear de Philippsburg (Alemania).
RONALD WITTEK / EFE
La 'Superluna de mayo' ilumina las torres de refrigeración de la central nuclear de Philippsburg (Alemania).

"Puede tener sentido". Tres palabras, solo tres, han servido para que Alemania haga otra muestra de la mutación que está sufriendo por culpa de Putin y en su objetivo por deshacerse de la dependencia rusa a nivel energético. El canciller germano, Olaf Scholz, abre ahora la puerta a alargar la vida de las centrales nucleares del país. Se trata de un tema hasta ahora tabú, pues Alemania siempre ha hecho de freno sobre esta fuente. Pero el mundo ha cambiado y con ello Berlín tiene que rescatar la 'realpolitik'. Pragmatismo por encima de ideología.

El fin de las centrales, de acuerdo al calendario del apagón nuclear debe producirse a final de este año, pero en el seno del Gobierno semáforo hay ya una discusión sobre el asunto. El SPD busca el pragmatismo, los liberales están a favor de ampliar la vida útil y son los Verdes, defensores de cerrar el capítulo nuclear del todo, los que tienen que acabar de posicionarse. Scholz recordó, sin embargo, que el funcionamiento de éstas es relevante para el suministro eléctrico "en muy poca proporción". 

Los liberales consideran además la posibilidad de reactivar algunas plantas ya desconectadas, pero aún capacitadas técnicamente para volver a funcionar, al menos hasta 2024. No obstante, antes de tomar una decisión al respecto hay que tener una evaluación concreta sobre los suministros y reservas existentes, recordó Scholz, para aludir asimismo a que por el momento siguen llenándose los depósitos de gas de cara al invierno, pese a la reducción de los suministros de gas ruso. El gigante ruso Gazprom suspendió completamente los suministros durante diez días, en julio, argumentando tareas de mantenimiento y la falta de una turbina.

Finalmente se reanudaron los suministros, pero reducidos a un 20% de la capacidad del gaseoducto, ya que Moscú sigue insistiendo en los "problemas técnicos" derivados de tareas de mantenimiento. Pese a esa situación, Alemania logró mantener el nivel de los depósitos de gas sobre el 64% mientras duró la suspensión completa del servicio y, tras su reanudación, se ha registrado el lento avance hasta el 68%. El objetivo del Ministerio de Economía y Protección del Clima es llegar al 75% a principios de septiembre y al 95% en noviembre, para garantizar con ello los suministros de gas durante el invierno.

Con ese propósito se han pasado a activar las plantas de carbón ya fuera de funcionamiento, para no tener que recurrir al gas para el consumo eléctrico. Asimismo se han empezado a adoptar en algunos "Länder" medidas de ahorro energético en edificios públicos y monumentos, piscinas públicas y otras instalaciones. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento